Cada año, 1 de cada 5 comunidades de propietarios se plantean el cambio de administrador de fincas por la ineficacia en la resolución de problemas de este.
La demora en las gestiones básicas de la finca por mecánicas de trabajo poco ágiles, unida a una falta de comunicación del administrador cuya respuesta siempre se dilata en el tiempo, suelen ser las causas más comunes de cambio.
A esto se suma a veces un trato poco personal del gestor y una falta de empatía materializada en la falta de escucha a las demandas de los vecinos.
Puede ser que pienses que la situación será similar con cualquier administrador o que el traspaso de la gestión a un nuevo administrador puede provocar dolores de cabeza y tiempo perdido.
En otras ocasiones crees que la falta de consenso entre los vecinos hará imposible el quórum necesario para provocar el cambio.
Estas falsas premisas hacen en muchos casos que la mala gestión de una comunidad genere malestar entre los vecinos y dando trabajo adicional al presidente.
Este cambio no tiene por qué ser largo, ni traumático, ni costoso. En «Una Comunidad Diferente» estamos a tu disposición para facilitar el cambio y canalizar la gestión de tu comunidad.
El cambio del administrador puede aprobarse en cualquier momento en una junta de propietarios (ordinaria o extraordinaria).
Aunque exista un contrato firmado con el administrador por un término mayor al año, la Ley de Propiedad Horizontal establece que las renovaciones del cargo de administrador se realizarán por términos de un año, por lo que vigencias mayores a este período no son válidas.
